Siempre nos encontrábamos en la Plaza 9 de
Julio o en la 12 de octubre y muy rara vez en la 25 de mayo.
Todo comenzó para mí la mañana en que vi de
lejos a FD, con los rulos hasta los hombros, los pantalones Oxford vistiéndole las
largas piernas y la remera blanca que obligatoriamente llevábamos como parte
del uniforme escolar, y sí, me enamoré.
A LS ya lo conocía de antes, no solo porque
vivía a la vuelta de mi casa, era amigo de mi hermano menor y varias veces lo
había cruzado fugazmente en el patio de mi casa, sino porque me acordaba bien
del verano que se batió a un duelo de ajedrez con mi madre, y ganó él. Mi
hermano menor no lo podía creer y LS brincaba victorioso cada vez que nos acordábamos
de esa anécdota.
En esa época me habían elegido delegada de mi
curso y como siempre, me anotaba en cuanta cosa me hiciera salir del aula: actos,
obras de teatro, baile y en este caso la asamblea de estudiantes. Mucho después
entendí que era el Centro de Estudiantes del que ahora FD era presidente o la
unión de dos listas, como ocurrió a causa de la idea que tuvo LS para ganar
definitivamente esas elecciones.
No me acuerdo como fue, pero me sume a ese
grupo que escuchaba Sui Géneris, leía a Galeano, se emocionaba con el Che y
empezaba a sospechar que el peronismo reflejaba ese espíritu patriota del que
nosotros queríamos ser parte.
Durante ese invierno FD consiguió la llave
del Colegio, cerrado por vacaciones. Habíamos comprado pintura para pizarrones
y la directora, una mujer conservadora que años después comenzó a detestarnos,
accedió a la propuesta. Durante el día, varios de los pibes del Centro de
Estudiantes vinieron a pintar en cada aula, y cuando ya habíamos terminado la
jornada, quedamos solos FD, LS y yo sentados en el Charly, el Kiosco en la
esquina del Normal. A LS se le ocurrió volver a entrar, seguir pintando, dejar
frases en las paredes, en definitiva, conquistar la escuela de noche. FD y yo
nos reíamos como siempre del loco LS, y finalmente lo seguimos.
Ya era
de noche y el enorme pórtico por el que ingresábamos estaba en el ala trasera
del Colegio. La gigante puerta de madera giró como un portal en el castillo de
las gárgolas y los tres entramos sigilosos para que ningún transeúnte nos vea.
Absoluta
oscuridad en el pasillo y solo el reflejo de los grandes pilares de la galería,
dibujados en el suelo por el contraste de los rayos lunares. LS avanzó haciendo
ruido, riendo, hablando fuerte y yo seguí a FD que se reía de los chistes de
LS.
Era igual que siempre, pero completamente a
oscuras, las enormes aulas, los baños de cada piso, las galerías principales y
las laterales, la sala de maestros, la dirección, la sala de música, el
laboratorio, y la Biblioteca, absolutamente en silencio y a oscuras.
_Vamos a la Biblioteca_ dijo FD y ambos
comenzaron a subir la escalera para llegar por la galería del primer piso.
_ ¿pero no íbamos a seguir pintando?_.
_ no petisa, después pintamos otro día_
respondió LS _vamos a ver que encontramos, la escuela es toda para nosotros_.
El piso del patio brillaba como si la luna
fuese un foco y antes de girar el picaporte de la Biblioteca, vimos que entre
los árboles iban y venían decenas de murciélagos.
Las bisagras chillaron por falta de aceite y
entramos despacio.
_¿Dónde estará la luz?_ dijo FD y yo a
tientas le agarre la mano porque me dio miedo tanta negrura.
_ Acá_ dijo LS_ pero, no, no enciende, ¿se
habrá quemado el foco?_.
_ Cortaron la luz otra vez_ supuse.
_ ¿Qué es eso?_ pregunto FD, y los tres vimos
que al fondo del salón, detrás de los estantes llenos de libros escolares,
había un destello de luz roja, como si un enorme led estuviera prendido para
casos de corte de luz o algo así.
_ Vamonos!_ me apuré.
_ Pará! No pasa nada!_ me frenó LS.
FD me abrazó y caminamos muy cerca los tres
hasta dar la vuelta el mostrador y llegar a la luz roja.
…
Vimos de espaldas a un hombre enano, con la
piel brillando como un foco de semáforo, absolutamente absorto en los libros
que apilaba en la mesa y que apenas se veían por el reflejo del sujeto. Los
tres nos quedamos inmóviles, yo le apreté muy fuerte el brazo a LS y me agarre
muy fuerte de los dedos de FD y el sujeto giró sobre su eje.
_ ¿Qué hacen acá?, ¡no son horas de
biblioteca para ustedes!, ¿cómo entraron?, ¿qué pasa?, ¿les comieron la legua
las estatuas de la galería?_ y dio un grito que parecía carcajada.
Empezamos a caminar para atrás a tientas, nos
chocamos con varias cosas, LS iba adelante y FD se cercioraba que yo los
estuviera siguiendo y todo ocurrió en unos segundos, solo corrimos, nadie
grito, cerramos la puerta de forma violenta y el enano no nos siguió, pero
nosotros seguimos corriendo.
La luz de la luna bajó un poco más y como un
reflector de cine dio forma a las estatuas religiosas que había en cada columna
de la galería, de pronto todas esas vírgenes o lo que sea que representaran
caminaban por los pasillos como zombis y nosotros las esquivábamos como un auto
de carreras.
Cuando llegamos a la escalera, más figuras
estaban subiendo así que LS gritó “al techo”. Doblo la galería central del
primer piso y se trepó de un ventanal en la galería lateral, a pocos pasos del
laboratorio.
Alguien o algo golpeó la puerta por adentro
del laboratorio y de la sala de música empezó a brotar la música de un piano.
El techo era de tejas, LS comenzó a caminar
sigilosamente y lo mismo hicimos FD y yo que miramos como la luna hacía brillar
cada pieza cilíndrica, permitiéndonos saber cuáles estaban rotas y no convenía
pisar. A mí me iba a explotar el corazón, pero igual los seguí al final.
_ No nos siguen_ dijo FD _vamos más despacio,
podemos caernos si no miramos bien.
Los tres frenamos agitados. Nos sentamos
aterrados sobre las tejas.
_ ¿Qué hacemos?_ dijo LS.
_ Yo no me pienso mover de acá_ dije con voz
chillona.
_ ¿Qué carajo son esos?_ preguntó FD.
_ Esperemos un rato_ ordenó LS.
Absolutamente en silencio los tres
contemplamos el vuelo circular de los murciélagos, la perfecta imagen lunar en
el piso del patio y escuchamos por un largo rato el relinche de las cadenas de
las hamacas en la placita con arena para niños que hay en un sector de la Plaza
9 de Julio.
_ ¿a ésta hora se hamacan los niños?_ dije
como un susurro.
_ shhh_ me mandó callar LS _ ¿A ésta hora
entran a la escuela los pibes?.
Me propuse ejercitar durante 30 días las consignas que Aniko Villalba propone en #30díasdeescribirme.
Ejercicios de escritura de Aniko Villalba
Me propuse ejercitar durante 30 días las consignas que Aniko Villalba propone en #30díasdeescribirme.
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