Cuando ésta carta te llega desde el futuro, todavía
sos una mujercita de ciudad, encerrada en tu departamento cómodo y bello en el
barrio de San Telmo, uno de los más turísticos de la Ciudad de Buenos Aires en
Argentina. Te veo perfectamente triste tras el cristal del vidrio y sé que mis
palabras van a parecerte de ciencia ficción.
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"Lento pero avanzo", dice la consigna de los caracoles zapatistas. 6 de enero 2017 |
Para que comiences a darte una idea donde
estoy un año después, es importante que te figures que despierto a las cinco y
media de la madrugada en un pueblito llamado “La Realidad”, el cual no entra ni
siquiera en tus mejores intentos imaginativos. Cuando nos falta algo para
cocinar caminamos alrededor de la cuadra del campamento y compramos en la
tienda de abarrotes que tiene uno de los cinco Caracoles, donde funcionan las
Juntas de Buen Gobierno. Efectivamente, querida Maga, por un agujerito del
espacio hemos llegado a una comunidad Zapatista y es importante que te comparta
mi experiencia.
“¿Caracoles zapatistas donde funcionan las
Justas de Buen Gobierno?”, preguntas desde tu soledad citadina. Claro que lo
que digo te parece inclusive absurdo, porque donde estás ahora cargas con una
profunda desilusión por los mecanismos de la política, el sistema democrático,
las mezquindades entre seres humanos que se encuentran padeciendo las mismas
injusticias. Para vos es “natural” pagar mucho dinero por tu alquiler, los
servicios públicos, la comida envasada del supermercado chino, el transporte y
vaya uno a saber cómo se podría extender la interminable lista de consumo.
Voy a tener paciencia para explicar y vos
para entender, porque cuando me lees, estás atravesando ese vacío propio del
aislamiento y el miedo hacia los otros seres humanos, lamentándote sobre la
dicotomía que te abraza con la pregunta sobre ¿individuo o comunidad?. Sabemos
las dos, antes y ahora, que el individualismo nunca es una elección feliz, por
el contrario vemos en vos ese triunfo del discurso del miedo, experimentamos en
tus insomnios la tristeza que gana terreno cuando el amor que solo ofrece la
comunidad, te hace falta para no claudicar ante la oscuridad del mundo. La Buenos
Aires macrista es un infierno evidente en cada esquina de tu realidad y
entiendo esa frustración.
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Las mujeres que lavan la ropa durante muchas horas en el río de la Realidad - 7 de enero de 2017 |
Tengo que contarte sin más rodeos que conocer
de cerca la lucha de los zapatistas en el sur de México, comienza a curarnos
esa herida profunda del escepticismo. ¿Te imaginas como sonrió nuestro corazón
leyendo la consigna que dice “un mundo donde quepan muchos mundos”?. Con el
correr del tiempo me gustaría agrupar para vos muchos datos concretos sobre la
historia de este pueblo insurgente, pero como te dije al principio, esto no es
una nota periodística, ni un ensayo, nota de opinión, reportaje o reseña
histórica, es solo una carta para que te animes. Quiero que sepas y confíes,
sentada en la mesa de tu comedor, tomando cada sorbo de mate, que efectivamente
existen otros mundos, y vos tenes derecho y posibilidad de hermanarte a cada
movimiento de liberación, aprendiendo y comunicando.
Para no hacértela más larga, voy a pasar a
relatarte de forma desprolija lo que estarás viviendo en un año, cuando decidas
que el aislamiento, la soledad y el individualismo, no serán tu tumba en vida mientras
puedas seguir luchando por ser más humana.
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Cuando llegamos a la Realidad, desde el camión vimos la cosecha de una milpa secándose al sol para las tortillas - 9 de enero 2017 |
Todo lleva su tiempo, por eso tardarás cuatro
meses en llegar a Chiapas, alentada a participar del Encuentro “L@s Zapatistas
y las ConCiencias por la Humanidad”. La actividad va a realizarse en San
Cristóbal de la Casas, la ciudad que fue escenario principal el 1 de enero de
1994, cuando el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomo el
Palacio Municipal y declaró la guerra al Estado Mexicano. Por lo que podes leer
en internet vas a pensar que fue una respuesta a la declaración de libre
comercio que México establecía con Canadá y Estados Unidos, sin embargo la pura
lógica te llevará a razonar que los protagonistas de ésta hazaña son indígenas tzotziles,
tzeltales, tojolabales, choles, mames, zoques, que aparecen organizados,
cubiertos con pasamontañas y la convicción más fuerte que el miedo a la muerte.
“No puede ser un acto espontáneo”, vas a pensar, y vas a estar en lo correcto.
Resulta que ésta historia se puede comenzar a
narrar desde el 17 de noviembre de 1983, cuando un grupo de indígenas y mestizos
conforman un ejército regular en algún recoveco verde de la Selva Lacandona.
Ahora podes darte cuenta que no sólo no fue espontáneo, sino que fue un trabajo
constante y sumamente sacrificado de diez años. En esa clandestinidad
sostuvieron sus convicciones de forma colectiva, dejando que el motivo de la
lucha los consolide en un solo puño que rompa la estructura del tiempo y el
escepticismo del “no es posible”.
Si buscas ahora mismo información básica de
aquel 1 de enero de 1994, leerás que los enfrentamientos se dieron en San
Cristóbal de las Casas, Las Margaritas, Altamirano, Oxchuc, Huixtán, Chanal y
Ocosingo. Te recomiendo que veas un documental llamado “Crónica de una Rebelión”,
para que puedas imaginar cómo fueron aquellos días en que el ejército mexicano puso
a disposición hasta 800 efectivos para acecinar al pueblo zapatista, como fue
el caso de Ocosingo.
Una de las personas más conocidas a nivel
mundial cuando se habla de zapatismo es el Subcomandante Insurgente Marcos. La
memoria te lo trae desde la época del secundario, cuando desde la frescura a
los quince años, no era difícil conocer y maravillarse con los luchadores de
nuestra amplia Latinoamérica que abarcaba sin cuestionamiento también las
luchas en Centroamérica.
Sobre ésta figura relevante y visible del
zapatismo necesito decirte algo importante: por favor desestima tu reflejo de
entender los procesos sociales y políticos desde los personalismos. Voy a
contarte algunas cosas sobre este hombre al que algunos compas llaman “el cara
de trapo”, pero necesito que comprendas que él solamente ocupa un rol dentro de
su colectivo, si hay algo para admirar es la coherencia con la que viste el
mismo pasamontañas negro, mezclándose siempre entre los otros zapatistas que
hacen de ésta lucha una realidad con más de veinte años.
No quiero confundirte, pero Marcos era solo
su nombre de guerra, y la misma persona ahora se hace llamar Sub Galeano (desde
el 26 de mayo del 2014), en homenaje al compa Galeano que fue asesinado en “La Realidad”,
sí, en éste pueblo desde donde te dedico las líneas que viajan en el tiempo.
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El día comienza antes de que salga el sol, los despertadores más hermosos del mundo son los gallos silvestres de la Realidad |
De aquí en más vamos a nombrarlo con su
nombre actual. El Sub Galeano, además de ser un hombre íntegro en su causa, es
un excelente escritor y gran comunicador. Por éstos días vas a entusiasmarte al
descubrir cómo una palabra simple y desde el corazón se convierte en una
herramienta más para la lucha. Hay muchos fragmentos que me gustaría
compartirte, pero elijo ilustrarte aquel primer contacto con los distintos
pueblos chiapanecos.
“Nosotros
estábamos aprendiendo y, me imagino, esa sociedad civil también. Nosotros
aprendíamos a escuchar y a hablar, al igual, imagino, que la sociedad civil.
También imagino que el aprendizaje fue menos arduo para nosotros. Después de
todo, ése había sido el origen fundamental del EZLN: un grupo de "iluminados"
que llega desde la ciudad para "liberar" a los explotados y que se encuentra
con que, más que "iluminados", confrontados con la realidad de las comunidades
indígenas, parecíamos focos fundidos. ¿Cuánto tiempo tardamos en darnos cuenta
de que teníamos que aprender a escuchar y, después, a hablar? No estoy seguro,
han pasado ya no pocas lunas, pero yo calculo unos dos años al menos. Es decir,
lo que en 1984 era una guerrilla revolucionaria de corte clásico (levantamiento
armado de las masas, toma del poder, instauración del socialismo desde arriba,
muchas estatuas y nombres de héroes y mártires por doquier, purgas, etcétera,
en fin, un mundo perfecto), para 1986 ya era un grupo armado, abrumadoramente indígena,
escuchando con atención y balbuceando apenas sus primeras palabras con un nuevo
maestro: los pueblos indios”. (Fragmento extraído de “Chiapas: La treceava
estela”, del SubGaleano).
“La treceava estela” es el documento del EZLN
donde se explica el pasaje de los “Aguascalientes” a los “Caracoles”, dos de
las formas que han encontrado los zapatistas para organizarse de forma
autónoma, local y horizontal. Cuando se hace ese pasaje de una forma a otra, se
da nacimiento a las llamadas “Juntas de Buen Gobierno”. Los zapatistas llaman
al aparato Estatal “El Mal Gobierno”, y su postura frente a las migajas que el
sistema descarte sobre las comunidades pobres, merecen la respuesta de su
dignidad y su reclamo en las necesidades de fondo que hay en cada caso.
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Vimos a los niños llegar a clase - 10 de enero de 2017 |
Necesito contarte que antes de escribir estas
líneas he dado muchos giros sobre el “cómo” transmitirte las experiencias que
estoy viviendo y los aprendizajes que me llegan en múltiples formas. Esto se
entiende si consideras que todo aquello que conoces desde la cosmovisión
citadina de las posibilidades de construcción política, aquí no caben, no coinciden
y simplemente son otras distintas.
Tampoco es mi intención contarte aquí toda la
historia del EZLN, sin embargo permitime que te recomiende el libro de Gloria
Muñoz Ramírez, “20 y 10 El Fuego y la Palabra”. “Una mujer de profesión periodista acabó, no sin dificultades, por
brincar el complicado y espeso muro del escepticismo zapatista y se quedó a
vivir en las comunidades indígenas rebeldes. Desde entonces compartió con los
compañeros el sueño y el desvelo, las alegrías y las tristezas, los alimentos y
sus ausencias, las persecuciones y los reposos, las muertes y las vidas. El
nombre de esta persona es Gloria Muñoz Ramírez”, escribe el SubGaleano en
el prólogo del libro. En mi opinión,
éste es un libro de historia zapatista que demuestra la posibilidad que tenemos
los periodistas para ser fieles al oficio de ser canales entre las historias de
nuestros pueblos y los otros mundos que buscarán conocer las otras realidades.
Entre los textos fundamentales para comenzar
a conocer la historia del zapatismo, están las llamadas “Declaraciones de la
Selva Lacandona”, que son seis posicionamientos políticos expuestos en distintos
momentos de la lucha. En la 6ta Declaración, se brinda un sendero construido de
preguntas: ¿quiénes somos?, ¿dónde estamos?, ¿cómo vemos el mundo?, ¿cómo vemos
el país?, ¿Qué queremos hacer?, ¿cómo le vamos a hacer?.
Esa última pregunta, querida Maga, tan simple
y penetrante, “¿cómo le vamos a hacer?”, es una invitación directa a integrar
la comunidad nuevamente, a soñar junto a otros el mundo que queremos construir
para los de abajo. Y como dicen en México, “que te valga madre el piche mal
gobierno”, porque si algo es evidente en la historia de nuestros pueblos, es
que igual que la semilla del árbol más gigante, siempre comenzamos desde abajo,
en la raíz, sí, como el nombre del proyecto de comunicación que apenas
imaginas, desde la Tierra Natal.
Estos días en el campamento de “la Realidad”
están siendo fundamentales para sentir al pueblo zapatista desde su
cotidianidad. Llegaste aquí en compañía de tres personas más, en calidad de
Brigadista Civil de Observación, con la misión de colaborar a través del Centro
de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. En otra carta te contaré más
sobre el trabajo del llamado “Frayba”, pero no quiero dejar afuera de éstas
líneas por lo menos unas pinceladas más sobre la experiencia.
Como te dije, desde aquí escribo éste diario
desprolijo entre lecturas, momentos para pintar las acuarelas, charlas con los
otros brigadistas, comidas compartidas y lecturas grupales. Cada tarde tenemos
la dicha de hablar con un compa zapatista que nos explica distintas cosas sobre
la vida en el pueblo, su amor por tocar la marimba (instrumento musical), el
trabajo en la milpa y en el cafetal, sus ruegos de lluvia para que la cosecha
prospere, la forma en la que educa a sus hijos para valorar el trabajo que les
da el alimento, la tarea con la comunidad y así.
Aquí cocinamos a leña, vamos al baño
ecológico que hay en el fondo, dormimos en hamacas, nos bañamos con jabón
blanco y shampoo en el río igual que los, las zapatistas y observamos durante
todo el día a las mujeres que en el mismo río lavan pila de ropas a mano. Justo
cruzando el pequeño arrollo está la escuela y la clínica que se construyeron en
homenaje a Galeano, ya que cuando lo mataron a sangre fría, estaba trabajando
para construir justamente esos dos espacios para el pueblo.
Para llegar a la Realidad, que no son más que
cinco cuadras por cinco cuadras, hay que cruzar un buen pedazo de selva y da la
sensación que aparecer en medio de un vallecito. En este paisaje rodeado de
cerros verdes, llegan una tarde al río un grupo de niños que tienen entre tres
y cinco años, se quitan la ropa y entran al río para bañarse solos. Ríen a
carcajadas, juegan, se salpican agua, se tallan la cabeza con jabón, giran
riendo todavía más, la niña que tendrá siete u ocho años los alienta a terminar
el baño y vemos como cada uno, sin ayuda adulta vuelven a vestirse recostados
contra los árboles. En pocos instantes ese momento se diluye y los vemos
caminar por una callecita rumbo a sus hogares.
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Niños autónomos se bañan en las aguas de su Realidad Natal - 8 de enero 2017 |
En mi diario de campamento escribo: “El sol
de la tarde abraza “La Realidad”. La madre perra, aunque flaca hasta el
esqueleto, deja que sus cuatro crías tomen de su leche. El río habla su eterno
recitado. Las formas del futuro son estas, todas y cada una de las pequeñas
escenas que se construyen en un presente mágico, libertario y siempre en lucha.
Aparece la palabra profunda, la inocencia que
evoca la sienta y el verano de la niñez, por un momento el mundo parece en paz,
hay algo en el aire que gana la batalla a todo sistema perverso de explotación,
vence esta tarde el amor y los imperios aúllan la desgracia de su ocaso. Ningún
niño más verá la deformación del ego en las personas, fuese posible crear este
día para siempre, este presente como un cristal precioso, imperturbable, que
sostiene a los niños sanos jugando desnudos en el río que cruza por nuestro
hogar de transición. Aquí donde todo pasa por solo un instante, puede sentirse
el sonido y el aroma de una eternidad sin oscuridad, sin dolor, sin heridas”.
Maga, desde una mirada blindada de metrópolis
no podrás ampliar el conocimiento que todas las personas necesitamos sobre el
mundo en el que vivimos. Los medios masivos de comunicación en estas épocas (la
tuya antes y la mía ahora), ganan a diario en su tarea de deprimirnos,
acobardarnos y aislarnos, por eso lo revolucionario sigue siendo unirse a
otros, de acuerdo a cada historia y contexto. Una vez más preguntándonos ¿quiénes
somos?, ¿dónde estamos?, ¿cómo vemos el mundo?, ¿cómo vemos el país?, ¿Qué
queremos hacer?, ¿cómo le vamos a hacer?.
¿Cómo le vamos a hacer?, te escribo desde un
2017 que recién da sus primeros pasos. ¿Cómo le vamos a hacer para construir un
mundo donde quepan muchos mundos?. Necesitaré contarte otras cosas sobre los
aprendizajes para que te animes a dejar atrás la idea fatalista de que todo
está perdido, vivimos un día, la vida es tan breve, mis líneas solamente ansían
abrazarte en ésta corta distancia de tiempo para que te aventures a seguir la
lucha del corazón, inquebrantable, de abajo y siempre libertaria.