domingo, 16 de octubre de 2016

Mates con mamá (entrevista a mi madre)

Mi madre también fue una niña jugando en el río junto a su padre y sus hermanos en su Santo Tomé natal. En la arena dibujaba con un palito como pincel y como cientos de mujeres guardó sus talentos en el hogar.

Ahora tiene seis décadas y la vitalidad de los artesanos antiguos, con las manos curtidas por el trabajo y la mirada puesta en los pajaritos que bajan a comer las sobras de arroz en el patio. Ahí está su historia que jamás será contada por un programa televisivo o por una columna radial, ella es una mujer anónima, igual que tantas madres entregadas a la tarea de acompañar a esos seres humanos que llegaron al mundo a través de su portal.
Cuando mi viaje a México ya se hace inminente nos sentamos en el patiecito a tomar mate y le pido que me permita entrevistarla. Hay miles de cosas que no serán parte de las páginas que narre, pero algunas se hacen inmortales en el corazón.
Durante horas, días, años, su tarea en el hogar transforma los espacios, los retazos se vuelven obras de arte y cada nueva invención lograda a partir de su profunda meditación, me permite comprender que en el proceso creativo existen instantes de magia, muy lejos de la percepción material de la vida.
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“La creatividad es tan natural que yo no me doy cuenta, es como caminar, como leer, como respirar, para mí la creatividad es todo. Si estás cocinando estas creando, pero también si salís a la calle y ves a alguien en peligro, creatividad es también buscar la forma más rápida para ayudar”, responde sentada en la silla de plástico, mientras el vapor del agua se eleva después de tocar la yerba nueva en el verano chaqueño. “Crear es acción, es hacer, yo no te puedo decir yo cree un hijo, porque eso es la creación de Dios, pero todo lo que nosotros hacemos es creación, creamos un ambiente lindo, creamos un ambiente hostil”. “El artista usa la mente, el corazón y las manos”, dice “por eso el artista no es valorado y le cuesta desprenderse de sus obras, porque hay un pedazo del alma en cada cosa que hace”.
Muchas veces oí que el arte es una conexión divina, y en definitiva la persona es solo el vehículo para plasmar esos mensajes.
“Uno expresa lo que tiene adentro y todos internamente tenemos a Dios, cuando uno logra ese viaje al interior, entendemos que nosotros somos una creación divina”.
¿Qué pensas sobre la posibilidad que tenemos de sanar a partir de la manifestación artística?
“Creo que ahí viene la sanación, y eso está relacionado a la sensibilidad tanto del espectador como del autor de la obra”, y me pide que recuerde que cuando su propia madre se despidió de la tierra, al poco tiempo se desataron unas cataratas en ambos ojos que la tuvieron unos meses en tinieblas. “Tenía dos opciones: o enloquecía, tenía hasta ganas de suicidarme que también se me pasó por la cabeza, porque me llevaron a un psiquiatra que me diagnosticó bipolaridad en lugar de hacerme tratar las cataratas, y ¿Quién estuvo ahí?, Dios, mi interior. Entonces me quedaba loca o ¿qué otra opción tenía?. Pintar, mi pasión. Y me acuerdo que agarre esa tabla, junté mis pinturitas feitas, y por el olfato descubría los colores. Ya pasaron siete años de ese cuadro y cuando vuelvo a entrar a la galería y lo miro, me vuelve a generar la misma impresión ¿cómo lo logré?.  Entonces cuando yo pintaba, no estaba en el cuadro, yo no sé qué sensación sentía, pero me dio una fuerza, y me decía “yo voy a recuperar la vista”, “yo voy a lograr”.
Vos nombraste “la locura”, a los artistas se les suele decir locos.
“Yo pienso que la locura se dice cuando no se siguen los esquemas directos que te impusieron. La sociedad te dice “vos tenes que hacer esto y esto”. Pero nosotros nacemos todos genios, y ¿de qué viene la palabra “genio”?, de gen. Esa genialidad la traemos todos, y ésta es mi teoría, pero después te van llenando de otras cosas, y si la persona va desbarrancando por todos lados es otra cosa.
¿Por qué a los artistas nos dicen locos?, porque rompemos los esquemas que nos marcaron. Si yo me pongo a hacer algo que al otro no le gustó, sobre todo a las personas que son más cerradas mentalmente, yo soy loca, ¿Cuántas veces me dijeron loca?, yo prefiero ser una loca divertida y no un cuerdo amargado”.
Pareciera que los locos se arrojan a las cosas sin pensar, sin miedo, y por eso terminan haciendo cosas fuera de lo común, pareciera que en el otro extremo del ring se encuentra la palabra “miedo”, ¿qué es el miedo para vos?.
“Hay un miedo que es sano, que es natural, como el de los animales ante un peligro le viene el miedo, como una precaución, adrenalina, y aparece el instinto de supervivencia. Pero después está el miedo que te paraliza. Pero si uno realmente quiere algo, y logra atravesar ese momento de miedo, te preguntas ¿y porque no?, y ahí te viene el coraje y la determinación”.
¿Qué pensas sobre la muerte?
“Para mí la muerte es tan natural como la vida, nacemos y morimos, pero pienso que no se muere totalmente, se cambia de forma, morís físicamente pero se me ocurre que el alma no muere. No le tengo miedo, pero le tengo un profundo respeto. Yo hablaba de éste tema con mi padre, ya de chica pensaba así. ¿O será que yo no me resisto a las cosas?, son así y tienen que ser así. Para mí la muerte es una puerta abierta al cielo. Por eso yo les digo que hagan una fiesta cuando me muera”.
¿Y el amor?
“El amor es la fuerza más potente del mundo, es lo que tuerce todo, ¿qué es esa fuerza?. Es cuando hay un desprendimiento de uno al otro. El amor a las plantas, a la gente, yo cuando veo un ser vivo en peligro no pienso es si es mi pariente, yo actúo, esa fuerza interna que me lleva a hacer, desde adentro, es amor.  
¿Y la libertad?
Para mí la libertad es interna, yo puedo ir a una cárcel, puedo ir a un hospital, con personas que están entre comillas “sin libertad”, pero no sabemos si esa persona tiene una libertad interna que lo ayude a soportar la condena hasta salir. Yo soy libre, me considero una persona libre, y vos podrías decir “pero si estás ahí todo el día encerrada, no salís para nada, no salís ni a la vereda”, pero eso no tiene nada que ver con mi libertad, porque mi libertad es interna. Yo puedo estar en una cárcel y estar libre porque por adentro estoy pensando cómo voy a hacer para salir de esa situación. Si no sos internamente libre, vivís condicionado por todo.
La paciencia de una madre, que acompaña el desarrollo de su cría en éste mundo en plena transformación, merece nuestra profunda admiración y respeto. Gracias a la primera tierra natal, nuestra madre.
Feliz día a todas las madres, son sus lazos de amor los que hacen frente a toda oscuridad, y en plena tormenta vuelven a sembrar éstas semillas de libertad.
Y feliz día a Luz de María Badaracco, mi mamá.


Oaxaca, México. 16 de Octubre de 2016. 

2 comentarios:

  1. GRACIAS MI AMOR!!! GRACIAS A LOS HIJOS QUE NOS ENSEÑAN A CUMPLIR CON LA MÁS NOBLE MISIÓN !! T.Q.M...

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  2. Increíble la entrevista a tu madre...me vi en cada palabra, en cada sentimiento, en cada expresión de lo que dice , de lo que piensa...no soy madre ni lo seré por elección, pero las palabras de tu mamá son las mias. Salud por las dos!!! abrazos Maga!!

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