“Dejame
creer en la magia, en que puedo encontrarte en una esquina perdida de un
sistema paralelo, otra vez de casualidad, otra vez”.
“Los
planetas están girando y yo florezco desde el amor. ¿Me ves llorar?, es de
emoción, es de belleza”.
Acuarela |
“Corro
hacia adentro y me abrazo súbitamente porque me toca soltar. Ahora soy esa niña
que llora mientras me abrazo para sostener el futuro y el pasado”.
“Ahora
si puedo ser una niña, ahora sí puedo llorar”.
“Se
caen las agujas del reloj, yo sé que todo parece girar al revés. Son los rulos
de las vidas que nos inventamos”.
“Por
eso fue simple descubrirnos, porque estábamos empezando a dudar de la magia. Conocernos
fue la solución al último de los presentes del mundo. Porque cuando ya no
quedaban más historias, apareció ésta”.
“Perdona
mi desprolija manera de querer, estas nuevas alas me sientan bien, pero me
hacen sentir muy extraña”.
“Ahora
me quedó la valija llena de sueños, el viento repleto de secretos, las páginas
del relato manchadas de brillantina”, así dice ella que le habló.
Me
hubiera gustado que sea verano, pero la mujer de alas verdes dice que ésta es
una historia de puro invierno.
Igual
que ahora, por eso después de contarme su anécdota, fue a deslizarse en el
arcoíris cósmico que dejó la lluvia.
26 de
julio 2016.
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