martes, 26 de julio de 2016

La solución al último de los presentes del mundo (paisaje interno #17)

“Dejame creer en la magia, en que puedo encontrarte en una esquina perdida de un sistema paralelo, otra vez de casualidad, otra vez”.
“Los planetas están girando y yo florezco desde el amor. ¿Me ves llorar?, es de emoción, es de belleza”.
Acuarela

“Corro hacia adentro y me abrazo súbitamente porque me toca soltar. Ahora soy esa niña que llora mientras me abrazo para sostener el futuro y el pasado”.
“Ahora si puedo ser una niña, ahora sí puedo llorar”.
“Se caen las agujas del reloj, yo sé que todo parece girar al revés. Son los rulos de las vidas que nos inventamos”.
“Por eso fue simple descubrirnos, porque estábamos empezando a dudar de la magia. Conocernos fue la solución al último de los presentes del mundo. Porque cuando ya no quedaban más historias, apareció ésta”.
“Perdona mi desprolija manera de querer, estas nuevas alas me sientan bien, pero me hacen sentir muy extraña”.
“Ahora me quedó la valija llena de sueños, el viento repleto de secretos, las páginas del relato manchadas de brillantina”, así dice ella que le habló.
Me hubiera gustado que sea verano, pero la mujer de alas verdes dice que ésta es una historia de puro invierno.  
Igual que ahora, por eso después de contarme su anécdota, fue a deslizarse en el arcoíris cósmico que dejó la lluvia.
26 de julio 2016.


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