jueves, 21 de julio de 2016

Tu palabra preferida (paisaje interno #16)

Mejor no, mejor no hablemos más de todo esto. Mejor busquemos alguna buena excusa para pensar que la vida “es lo que es”, siempre es más efectivo moverse adecuadamente, dentro de la maqueta donde caímos en suerte.

Acuarela

Perdón que te lo pida de manera tan tajante, yo sé que el caleidoscopio con el que miras el mundo da otras ilusiones, pero yo necesito ésta realidad atolondrada, que me corre con el reloj en la mano. No sé si te diste cuenta, pero últimamente solo nos alimentamos de mate y nubes.
Parada en la ventana, preguntándome todo el tiempo donde quedó tu palabra preferida, no sos de gran ayuda. Es más, preferiría que me dejes tranquila mientras me miro en el retazo de espejo para arreglar mis ojos.
“Deja todo, no quieras arrancar los edificios, tragarte las calles, sentir todo el aroma de las bibliotecas, encontrar sin querer esas casualidades que necesita tu historia”, me decís acostada en las cajas que abrí y cerré varias veces esta mañana.
“Cuando termines de trenzar tu pasado con tu futuro, te vas a dar cuenta de que ataste tu presente a muchas pieles viejas y a muchas corazas inventadas”, deslizas tranquila. No puedo saber absolutamente nada de todas esas facetas que decís, yo apenas me doy cuenta de que me repito a mí misma como un verso viejo que ya no conmueve a nadie.
“Si me ayudaras a encontrar mi palabra preferida, te podría mostrar un truco de magia”, insistís de manera insoportable y yo sé perfectamente a dónde me llevan esos hechizos que haces apretando los dedos en el aire. “Eso es lo que te hace sufrir tanto”, continuas sin que nadie te lo pida, “eso de querer tapar todo con tus explicaciones omnipotentes, es muy inmaduro que sigas intentando controlar todo”.
Para variar tu opción de equipaje es insignificante, por eso mientras yo me tropiezo y caigo dentro del poso de la melancolía reciente, vos saltas afuera del mundo y aleteas liviana de cara al sol.
“¿Qué llevas en la valija?”, te grito desesperada desde la ventana.
“Poesía”, decís riéndote por las cosquillas que te produce volar, “solo necesitas llevarte poesía, porque la única cosa que vale la pena transportar, es la belleza de una palabra”.

21 de julio 2016. 

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